En los últimos años, se ha experimentado un aumento sostenido en la frecuencia e intensidad de tormentas en Argentina, fenómeno que expertos atribuyen al cambio climático y al calentamiento global. Este cambio en el comportamiento atmosférico está generando un efecto directo en la infraestructura urbana, el campo y la vida cotidiana: la necesidad urgente de contar con sistemas de protección confiables ante fenómenos eléctricos.
Tormentas en Argentina exponen la vulnerabilidad ante descargas eléctricas
Uno de los episodios más impactantes ocurrió en marzo de 2025, cuando una lluvia récord azotó Bahía Blanca con casi 300 mm en solo ocho horas. Este evento no solo causó inundaciones masivas y dejó a más de 300.000 personas afectadas, sino que también vino acompañado de fuerte actividad eléctrica y vientos peligrosos. Situaciones similares se repiten cada vez con mayor frecuencia en ciudades del AMBA, Córdoba, Santa Fe y el sur bonaerense.
El incremento de tormentas con granizo, ráfagas y descargas eléctricas está forzando a hogares, empresas e instituciones públicas a tomar medidas preventivas. En este nuevo escenario climático, contar con una empresa de pararrayos en Argentina se vuelve indispensable para minimizar daños y evitar cortes en servicios esenciales.
La importancia de una empresa de pararrayos en Argentina frente a un clima más agresivo
El crecimiento de tormentas de alto voltaje, especialmente en primavera y otoño, genera un entorno de mayor riesgo para edificaciones, redes eléctricas y equipos electrónicos. Expertos coinciden en que las construcciones que carecen de un sistema profesional de captación y desvío de rayos están expuestas a fallos eléctricos costosos y potencialmente peligrosos.
En respuesta, cada vez más municipios, industrias y propietarios particulares recurren a una empresa de pararrayos en Argentina que les garantice instalaciones seguras, certificadas y adaptadas a los nuevos desafíos climáticos. Esta tendencia se afianza como una inversión estratégica y necesaria en un país donde la intensidad de las tormentas ya no es la excepción, sino la nueva normalidad.
Vía | Infobae Argentina