Unas 160 personas, entre meteorólogos, estudiantes, ingenieros y técnicos están en Argentina buscando tormentas.
Y es que, según los científicos, las tormentas que ocurren en el centro-norte del país «son realmente lo mejor de lo mejor».
«Creemos que las tormentas en Argentina producen más granizo y más rayos que en ningún otro lado en el mundo«, dice Stephen Nesbitt, quien lidera el proyecto «Relámpago», que es la sigla en inglés de Detección Remota de Procesos de Electrificación, Rayos y Mesoescala/microescala con Observaciones de Campo.
Y ahora un ejército de científicos busca estudiar de cerca las tormentas «únicas» que se producen en el país y con los resultados quieren mejorar los pronósticos meteorológicos para darle mejores herramientas a la gente.
Pero ¿qué buscan? ¿Cómo lo hacen? Y ¿qué hace de Argentina el lugar ideal para este tipo de trabajo?
Relámpago-CACTI
Los investigadores pertenecen a dos proyectos que trabajan en conjunto.
En el proyecto«Relámpago» participan la National Science Foundation, la NASA, la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, el Ministerio de Ciencia de la provincia de Córdoba, el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil y la Fundación de Investigación de São Paulo.
El proyecto CACTI, por su parte, es un estudio financiado por el Departamento de Energía de Estados Unidos diseñado para mejorar la comprensión del crecimiento, la organización y la descomposición de las nubes en relación con las condiciones ambientales, describe la página web de Relampago-Cacti.
En total, son unos 160 investigadores de Argentina, Estados Unidos y Brasil que tienen como base de su trabajo de campo a Villa Carlos Paz, Córdoba, en el centro Argentina, y desde allí parten a diario en busca de esas tormentas intensas.
«Todos los días, a las 6 de la mañana y a las 9 de la noche, los investigadores nos reunimos y en base al pronóstico se decide lo que se hace ese día o el siguiente», le cuenta a BBC Mundo Paola Salio, doctora en Ciencias de la Atmósfera, de la Universidad de Buenos Aires, que participa del proyecto.
«Entonces salen distintos móviles que tienen diferentes tipos de instrumentales. Algunos son propiamente estaciones meteorológicas», describe Salio.
¿Qué miden?
Estas estaciones miden la temperatura, humedad, presión atmosférica, viento y hay instrumental que se lanza a la atmosfera llamados radio-sondeos.
«En general, se hacen dos radio-sondeos por día, pero nosotros podemos llegar a hacer 8 en un período de 4 horas, es un montón», dice la científica.
Los investigadores entonces van en busca de las tormentas, aunque no se meten en ellas, sino que las observan a una distancia de entre 10 a 12 km.
«En general estamos en los costados de la tormenta. No queremos que el granizo nos caiga en la cabeza«, afirma Salio.
Camiones ‘cazatormentas’
Esta es la primera vez que se hace una campaña tan intensa en Argentina con un gran despliegue instrumental, dicen los científicos.
Y esta investigación de campo comenzó los primeros días de noviembre y se extenderá hasta finales de diciembre en las provincias argentinas de Córdoba y Mendoza.
«Medimos las tormentas con radares portátiles. Esos radares permiten acercase mucho y podemos obtener un detalle bastante importante de la estructura de estos sistemas y entender cómo son internamente«, afirma Salio, que trabaja como investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), en Argentina.
Los especialistas utilizan camiones «Doppler on Wheels» del Centro para la Investigación de Clima Severo, de la Universidad de Colorado, Estados Unidos que llevan los radares para medir la intensidad de las tormentas.
«Se trata de camiones muy pesados que llevan un radar cuya señal permite interpretar cómo es la estructura de una gota, que tipo de gota es, si es granizo, si es cristal de hielo, si es grande o pequeña», explica Salio.
¿Por qué Argentina?
La zona de estas fuertes tormentas se produce en las provincias argentinas de Córdoba, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.
«Tiene mucha carga de actividad eléctrica y son muy altas, pueden llegar a tener 19 km de altura. Eso no es común. Una tormenta típica de las planicies centrales de Estados Unidos que producen tornados alcanzan los 12 km de altura con casos muy excepcionales de 15 km», dice Salio.
Y aún no se sabe por qué son así y ocurren en Argentina.
«Estamos tratando de entender por qué estas tormentas extremas son capaces de generar hielos gigantes, granizo de 17 o 18 cm de diámetro. Es un disparate», añade.
Los investigadores explicaron que tras observaciones satelitales, un aspecto fundamental de estas tormentas en Argentina es que se forman muy rápidamente.
«Además, muchas de ellas siguen creciendo y se convierten en grandes sistemas, por eso desde aquí podemos observar diferentes aspectos y varias tormentas», le dice a BBC Mundo, Adam Varble, del programa CACTi, del Departamento de Energía de EE.UU.
Las tormentas aquí son «poderosas», destaca por su parte, Stephen Nesbitt.
El profesor del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Illinois asegura que este tipo de tormentas también suceden en África subsahariana, en partes de India y Bangladesh.
Pero las de Argentina «son las mejores» en términos de cantidad de producción de granizo y rayos, asegura.
Además, asegura que el país tiene muy buena infraestructura para estudiarlas comparado con los otros sitios del mundo donde se forman estas tormentas intensas.
Los científicos creen que probablemente en unos seis meses se podrán obtener los primeros resultados de estas observaciones.
«El propósito es entender las tormentas para pronosticarlas mejor y generar herramientas para dar respuestas a la población y que puedan tomar mejoras decisiones», dice Salio.
Fuente: BBC