Laura Plitt
BBC Mundo
La erupción del volcán Calbuco en el sur de Chile tiñó el cielo de rojo.
Y ese fondo del color del fuego se vio iluminado de a ratos por múltiples rayos.
Una erupción y una tormenta eléctrica… ¿una combinación azarosa?
En absoluto. «De hecho, es un fenómeno bastante común en grandes erupciones volcánicas», le dice a BBC Mundo Clive Oppenheimer, profesor de Vulcanología de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
«Lo hemos visto recientemente en el Villarrica, en el Chaitén y en el Puyehue-Cordón del Caulle. En todas estas erupciones en Chile se vieron relámpagos espectaculares».
Este evento, que popularmente se conoce como «tormenta sucia», es un resultado directo de la erupción.
Una teoría afirma que «la carga eléctrica se produce cuando la lava irrumpe y se fragmenta en piedras y cenizas durante el violento proceso de la erupción», explica el investigador.
«Este mecanismo de fragmentación sería el que produce la electricidad».
Otra idea es que son las nubes o las columnas de humo las que generan la carga eléctrica.
«Las propuestas difieren en si es la fractura de las partículas la que genera la carga o si se trata en realidad de electricidad estática que se crea porque las partículas se mueven muy rápidamente a través de la atmósfera», explica el científico.
Otros estudios que se están llevando a cabo en la actualidad, le dice a BBC Mundo Amy Donovan, también experta en Vulcanología de la Universidad de Cambridge, «están analizando las interacciones del agua y el magma en la columna de humo, y el contraste de temperaturas entre la columna de humo y la atmósfera, y dentro de la misma columna».
Pero aunque no haya certezas en cuanto al mecanismo -debido más que nada al peligro y a la dificultad de estudiar este fenómeno- no caben dudas de que las tormentas eléctricas son un efecto de la erupción.
Impacto
Una consecuencia de estas tormentas eléctricas es que pueden afectar las comunicaciones.
«Pueden tener un impacto sobre todo en la aviación, ya que los rayos pueden interferir con la comunicación por radio tanto en el suelo como en el aire», le dice Oppenheimer a BBC Mundo.
Y esto no solo en los sitios donde se producen los rayos, sino también donde llega la nube volcánica cargada de electricidad.
Aunque en este sentido, aclara, la ceniza sigue siendo un problema mucho más grave para la aviación de lo que puede llegar a ser la carga eléctrica.
Laura Plitt
BBC Mundo