PUNTA DEL ESTE.- En toda playa el temor a las tormentas eléctricas es una constante. Y ese miedo tiene un origen muy concreto: no son pocos los casos de muertes por caída de rayos en las costas. Sin ir más lejos, el verano pasado se vio opacado por la tragedia ocurrida en Villa Gesell , cuando un rayo mató a cuatro personas y dejó muchos heridos. Desde entonces, se puso en el tapete la falta de preparación de los balnearios para estas contingencias.
Este verano , en Punta del Este se estrenó el inhibidor de rayos, una tecnología desarrollada en Uruguay que se diferencia de los pararrayos en que previene la formación del fenómeno y, en vez de atraerlos y capturarlos, evita la descarga eléctrica en un radio aproximado de 90 metros. El primero de Sudamérica se colocó en la playa Montoya, en La Barra, en el parador comandado por Marcelo Paz.
«Nos parece fundamental garantizar la protección de las personas que vienen a esta playa. Instalamos dos dispositivos para asegurarnos que toda el área cercana al parador esté cubierta», aseguró el empresario a LA NACION y agregó: «Lo importante de este inhibidor es que su objetivo es que no caigan rayos. Si poníamos un pararrayos era muy riesgoso».
El dispositivo desarrollado por SAF, una empresa uruguaya, se conoce como Zeus Prototal, cuesta aproximadamente 9000 dólares y ya protege monumentos importantes de Punta del Este como Casapueblo y el Faro de José Ignacio.
Por Silvina Ajmat | LA NACION
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Este verano , en Punta del Este se estrenó el inhibidor de rayos, una tecnología desarrollada en Uruguay que se diferencia de los pararrayos en que previene la formación del fenómeno y, en vez de atraerlos y capturarlos, evita la descarga eléctrica en un radio aproximado de 90 metros. El primero de Sudamérica se colocó en la playa Montoya, en La Barra, en el parador comandado por Marcelo Paz.
«Nos parece fundamental garantizar la protección de las personas que vienen a esta playa. Instalamos dos dispositivos para asegurarnos que toda el área cercana al parador esté cubierta», aseguró el empresario a LA NACION y agregó: «Lo importante de este inhibidor es que su objetivo es que no caigan rayos. Si poníamos un pararrayos era muy riesgoso».
El dispositivo desarrollado por SAF, una empresa uruguaya, se conoce como Zeus Prototal, cuesta aproximadamente 9000 dólares y ya protege monumentos importantes de Punta del Este como Casapueblo y el Faro de José Ignacio.
Por Silvina Ajmat | LA NACION